martes, 5 de octubre de 2010

Introspección


Una de las licencias de ir con una cámara colgada es observar, analizar todo a través de un marco que inventamos. Intentar leer entre líneas y sacar ese detalle que pueda hacer de la fotografía una e irrepetible.
Punctum.
Rara vez ese voyeurismo me lo aplico. Y no es por falsa modestia, es por pereza o despiste. "¿Para qué yo si me tengo muy visto?"
Pues no.
Cierto es que por propia iniciativa a lo mejor no lo hubiera hecho, o no en este momento, pero ya está hecho. Y oye, que me está gustando.
Juzgad los que me conocéis, pero yo creo que es un buen autorretrato.


35 mm, forzado. Espiral, revelador, paro y fijador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario