viernes, 18 de marzo de 2011

Ça va, amigo.


Entre su pobre castellano y mi casi olvidado francés nos entendemos. Todas las tardes, antes de entrar en clase cambiamos unas palabras. Me dice cómo va el tiempo, se lamenta cuando llueve porque trabaja menos, me pregunta por mi familia, me dice que la suya está en Beni Enzar.

Ça va, amigo.


Hay días que lo observo de lejos, lo veo cabizbajo, pensativo. Triste, cansado o ambas. Llego a su lado, le saludo y se esfuerza por mostrarme una sonrisa. Hoy parece que llueve, me dice, pero no le importa, señala al cielo y se toca el pecho, dando las gracias por poder seguir de pie, con salud. Jamás me pide nada, pero acepta de buen grado cuando le ofrezco cualquier cosa. Que dios te guarde a ti y a tu familia, dice. Hoy quise hacerle un retrato y aceptó encantado, pero puso una condición. Mañana otra, pero tú conmigo.
Seguramente nunca conoceré a su mujer ni a sus hijos, pero si algún día los viera me encantaría decirles que su padre es un gran hombre, incansable y obstinado. Honrado y trabajador.

Mañana estaré encantado de hacerme una foto con él.

sábado, 5 de marzo de 2011

Jornadas de Jazz 2011





Por aclamación popular (qué me gusta que me presionéis de esta manera) vuelvo con una segunda entrega de las Jornadas de Jazz de la UNED. Los que más o menos me tenéis echado el ojo sabréis que siento debilidad por el 35mm, más para condiciones de poca luz. Siempre fiel a mi hp5 Plus 400 forzada a 1600 y una lente de 50mm fija que me obligue a buscar la fotografía, acercarme yo a ella en un frágil cortejo en el que un pequeño movimiento puede dar con todo al traste, sin movimientos de muñeca que te la pongan delante o se la lleven (y otras veces tan versátiles). Un purista cuando la ocasión me permite serlo.

También tengo debilidad por los escenarios, y tampoco es un secreto. En este caso cambio las seis cuerdas por las 36 exposiciones. Y como el que dedica el siguiente tema desde arriba, hoy me acuerdo de mi amigo y siempre compañero Emin, por ser de ese tipo de personas que llegan como de la nada y de repente te hacen sentir que siempre podrás contar con él.
Un abrazo, artista.