jueves, 6 de octubre de 2011

...¿o abrazas farolas?


Hay que ver. Todos los años dedicados a cultivar la mente, los libros, el arte... para darme cuenta de que soy tonto. Sí, tonto de la forma más empírica posible. Algunos pueden pensar (sobre todo los que me conocen) que ya he tardado, pero qué quieren que les diga, para mí ha sido todo un shock.

Al final va a tener razón mi madre, pero sobre todo tiene razón aquella profesora que nos decía en clase "pero ¿tú eres tonto o abrazas farolas?". Pues sí, señores.
Resulta que tengo la costumbre de circular en bicicleta (ya saben, eso de la movilidad sostenible, conciencia ecológica y otras tonterías) y obviamente, uno no se fía ni de su sombra, así que vaya donde vaya la dejo con su seguro puesto. Un seguro infernal, de dificilísimo acceso, apertura y cierre. No sé para el ladrón, pero para mí es una putada cada vez que la cojo. Procuro dejar la bicicleta anclada a algún elemento inmóvil y fijo, como las farolas. Ay, las farolas... Dada la complicación del sistema de cierre (por lo menos a mí, siendo tonto, me lo parece) apoyo la bicicleta, saco el seguro, paso por el cuadro, por la rueda trasera y alrededor de la farola en cuestión (maldita entre todas ellas). Y claro, para culminar la operación paso un brazo por un lado, misma acción con el otro brazo y el lado opuesto. Y ahí, medio agachado, en tensión, sintiendo el peso de decenas de ojos que te miran, pensando en la cantidad de cosas que me pasan, en mi mala suerte, me he dado cuenta de que soy tonto. Sí, abrazo farolas.

Claro, ya entiendo que mi mala suerte no es tal, es tontería. Entiendo a todos los que me decían que para qué disparar en analógico, habiendo cámaras que lo hacen todo... Y entiendo que esta entrada les resulte una tontería. Pero claro, a mí, en mi necedad, me da igual.

jueves, 16 de junio de 2011

Albero en la sangre


Vaya faena estás firmando, maestro.

Y mira que venía listo y resabiado el primero de la tarde. Rehuye el trapo, va directo al bulto. Tú lo supiste leer, sabías que la suerte que te tocaba era dura, un toro para trabajarlo, y aún así lo esperaste a puerta gayola. Con la actitud, la elegancia y el porte de los que sólo los gigantes pueden presumir.

Algún revolcón ya te ha tocado, y cornadas no van a faltar, pero de golpes más fuertes te has levantado ya, con tal naturalidad y simpleza que parece que no duelen. Y vaya si duelen.

Tu sitio está hoy en el albero, al sol. Yo te espero en el tendido, listo para saltar al ruedo y dar un par de capotazos a tu lado, siempre fiel. Sí, la tragedia siempre se palpa en los medios, pero también la gloria.

Tu fuerza es mi orgullo, sangre de mi sangre.

Al toro, valiente.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Más sesiones







Y digo yo, que para no gustarme la moda últimamente me estoy hinchando.
Ya lo dije, el curso da coletazos y hay que aprovechar. Esta vez montamos flashes y reflectores en La Roca, con la ayuda de Sara Olcina que de nuevo anda por Melilla y bajo la dirección artística de Rocío M. Madrid. Gracias a La Roca por el espacio, a Sara por su paciencia y a Rocío, por estar pendiente de que todo estuviera en su sitio.
Aquí os dejo una pequeña muestra.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Rockin' Pin-up!










No soy yo muy dado a los trabajos de moda, todo hay que decirlo. Eso sí, puestos a trabajar en ello y sabiendo que me quedan pocos días para aprovechar el estudio de la EAMM había que darlo todo. Y qué mejor que una sesión cargada de Rock n´Roll... Estética 50's, marinera y con curvas, el protagonismo lo pedía mi hermana a gritos. Le debía un homenaje después de dos años de apoyo incondicional. No pude meter una Harley-Davidson en el estudio ni montar un taller con un Cadillac, así que monté un tendedero y creé una escena cotidiana, al más puro estilo Gil Elvgreen.
Clara, ya estoy pensado en la tuya.

Mientras tanto, salud y Rock n' Roll!

sábado, 30 de abril de 2011

Silvia




Esta semana tuve la oportunidad junto con mis compañeros de la EAMM de darle forma a un proyecto personal sobre la diversidad familiar y sexual con el fin de ilustrar una muestra.
Voy a ser franco, no era una idea que a priori y por mi propia cuenta pudiera desarrollar, pero puestos en faena y con esa premisa fui dando forma a mi proyecto.
Ante todo no quiero caer en obviedades ni pretendo escandalizar. Este tipo de muestras debe servir para normalizar, hacer cotidiano un hecho que ya es por sí mismo, a pesar de las voces que siguen gritando y clamando. Por ello quise contar con Silvia, por encarnar los parámetros que estimé tener en cuenta para dar forma y estética a mi resultado final. No es más que una serie de retratos, con mero afán documental. Sencillo y conciso, libre de artificio, una serie corta para dejar constancia de presencia, esencia y contexto.
Algo que todos y cada uno de nosotros disfrutamos, algo que nos hace ser como somos mediante la propia experiencia.

Gracias, Silvia, por hacerlo tan fácil.

viernes, 18 de marzo de 2011

Ça va, amigo.


Entre su pobre castellano y mi casi olvidado francés nos entendemos. Todas las tardes, antes de entrar en clase cambiamos unas palabras. Me dice cómo va el tiempo, se lamenta cuando llueve porque trabaja menos, me pregunta por mi familia, me dice que la suya está en Beni Enzar.

Ça va, amigo.


Hay días que lo observo de lejos, lo veo cabizbajo, pensativo. Triste, cansado o ambas. Llego a su lado, le saludo y se esfuerza por mostrarme una sonrisa. Hoy parece que llueve, me dice, pero no le importa, señala al cielo y se toca el pecho, dando las gracias por poder seguir de pie, con salud. Jamás me pide nada, pero acepta de buen grado cuando le ofrezco cualquier cosa. Que dios te guarde a ti y a tu familia, dice. Hoy quise hacerle un retrato y aceptó encantado, pero puso una condición. Mañana otra, pero tú conmigo.
Seguramente nunca conoceré a su mujer ni a sus hijos, pero si algún día los viera me encantaría decirles que su padre es un gran hombre, incansable y obstinado. Honrado y trabajador.

Mañana estaré encantado de hacerme una foto con él.

sábado, 5 de marzo de 2011

Jornadas de Jazz 2011





Por aclamación popular (qué me gusta que me presionéis de esta manera) vuelvo con una segunda entrega de las Jornadas de Jazz de la UNED. Los que más o menos me tenéis echado el ojo sabréis que siento debilidad por el 35mm, más para condiciones de poca luz. Siempre fiel a mi hp5 Plus 400 forzada a 1600 y una lente de 50mm fija que me obligue a buscar la fotografía, acercarme yo a ella en un frágil cortejo en el que un pequeño movimiento puede dar con todo al traste, sin movimientos de muñeca que te la pongan delante o se la lleven (y otras veces tan versátiles). Un purista cuando la ocasión me permite serlo.

También tengo debilidad por los escenarios, y tampoco es un secreto. En este caso cambio las seis cuerdas por las 36 exposiciones. Y como el que dedica el siguiente tema desde arriba, hoy me acuerdo de mi amigo y siempre compañero Emin, por ser de ese tipo de personas que llegan como de la nada y de repente te hacen sentir que siempre podrás contar con él.
Un abrazo, artista.

domingo, 27 de febrero de 2011

De Jazz y ausencia de luz


Pasaron las Jornadas de Jazz de la UNED y pasaron las noches de conciertos y jam sessions. Toda una experiencia esta última edición por ser la primera en la que se muestran fotografías de nuestra promoción en la EAMM, y por poder volver a disparar durante tres conciertos realmente reseñables. Pero la acción de verdad, el jazz en estado puro se ve en los locales, de noche.
La ausencia de luz te permite observar más detenidamente. Te obliga a ello, te vuelves más selectivo. Y mientras tanto disfrutas del momento, del estado casi místico del músico en el escenario. Todo fluye como en un extraño culto dionisíaco. Amparados por la oscuridad dando rienda suelta a los impulsos más primitivos y pasionales, abstraídos del mundo, sólo el instrumento habla.
Enfocas, se mueve y disparas.

martes, 22 de febrero de 2011

De nuevo Granada






Poco a poco y con paso seguro. A fuego lento, como se forjan los grandes imperios.
Granada se empieza a convertir en una constante.
Una segunda entrega en fotografías, no diré la última.

miércoles, 9 de febrero de 2011

No queda sino batirnos




Lo cierto es que no sé cómo abordar esta entrada. No es fácil escribir sobre un escritor que ha sido reportero de guerra. Menos si se llama Arturo Pérez-Reverte. Y menos aún si el que teclea tiene cerca de doce libros suyos en la estantería.
Aquí el que suscribe pasó su adolescencia y la entrada en su segunda década lleno de barro en Flandes con el Tercio Viejo de Cartagena. Llevé el cinto lleno de hierro, la toledana a la siniestra, la vizcaína escondida tras el jubón, por si la cosa se ponía fea en las callejas de Madrid. Aprendí a maldecir al que desde la comodidad del trono habla del honor y la gloria sin conocer uno ni otra, pero también aprendí a reclamar mi derecho a luchar por ello.

Anoche presentaba el de Cartagena "El Asedio" en la UNED de Melilla, y yo quería estar allí. Tenía que estar allí.
Con las credenciales que a uno le otorgan llevar una mochila y cargar un objetivo en la cámara (y con muy poca vergüenza) asistí en primera línea a su rueda de prensa, documentándola.
Los que le leemos sabíamos qué ibamos a escuchar, pero qué demonios, por eso le leemos. Impecable en el trato humano, férreo en sus principios. Un tío con dos cojones, si me lo permiten.

Tras la rueda de prensa me armé de valor, no podía dejarlo ir. Con mucho tiento y una sonrisa bobalicona me presenté y le pregunté si le importaría que le hiciera un retrato. Asintió sonriente, adoptó una pose natural y despreocupada. Encuadro, mira a cámara y de repente algún conocido lo saludó. Él miró hacia su izquierda, felíz por el encuentro, y ahí estaba el puñetero instante decisivo que me había jodido el retrato del escritor, pero me había dado el momento. Maldije a Cartier-Bresson. Realmente había retratado a Pérez-Reverte sin artificio.

No soy imparcial, lo sé, pero fue una grata experiencia. Sus libros me acompañaron en buenos y malos momentos (es el poder del negro sobre blanco), me enseñaron a respetar, a forjar mis principios, mis leyes. A luchar sin descanso, porque al fin y al cabo no queda sino batirnos, pardiez.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Una mañana de buena luz.




"En la morfología del ser femenino, acaso no haya figuras más extrañas que las de Judit y Salomé, las dos mujeres que van con dos cabezas cada una: la suya y la cortada."


Ortega y Gasset.


Película de formato medio forzada dos pasos.
Revelador, paro y fijador.
Una mañana de buena luz y el ostracismo de un cigarro manchado de carmín.