lunes, 27 de diciembre de 2010

Por la puerta grande


Por enseñarme el olor del albero,
el nudo en la garganta en callejón.
Por reclamar cada tarde el sobrero
y el indulto para más de un cabrón.

Por la cerveza después del tercero,
la pena de "el año que viene más".
Localidad siempre en sol, nuestro credo,
y las tardes de gloria que vendrán.

Qué orgullo contar siempre con tu verbo.
Qué magia poder decir que amo al toro.
¡Qué manera de desgranar los tercios!

Una vuelta al ruedo por un gigante.
Que el tendido tiemble, caiga y reviente
por Salva Ramírez Vélez, mi padre.



Por los años, por la sangre y el honor.
Tu hijo.

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