jueves, 16 de junio de 2011

Albero en la sangre


Vaya faena estás firmando, maestro.

Y mira que venía listo y resabiado el primero de la tarde. Rehuye el trapo, va directo al bulto. Tú lo supiste leer, sabías que la suerte que te tocaba era dura, un toro para trabajarlo, y aún así lo esperaste a puerta gayola. Con la actitud, la elegancia y el porte de los que sólo los gigantes pueden presumir.

Algún revolcón ya te ha tocado, y cornadas no van a faltar, pero de golpes más fuertes te has levantado ya, con tal naturalidad y simpleza que parece que no duelen. Y vaya si duelen.

Tu sitio está hoy en el albero, al sol. Yo te espero en el tendido, listo para saltar al ruedo y dar un par de capotazos a tu lado, siempre fiel. Sí, la tragedia siempre se palpa en los medios, pero también la gloria.

Tu fuerza es mi orgullo, sangre de mi sangre.

Al toro, valiente.

1 comentario:

  1. Qué bonito, sobrino!Me has emocionado. Suerte y al toro!Un besazo.

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